El Castillo de Buda
Mientras los que están sentados a la izquierda disfrutan de las vistas del Parlamento, los de la derecha tampoco están aburridos. Ellos pueden admirar aquel barrio de Budapest que en otras épocas fue sitiado por tártaros, austriacos, soviéticos y húngaros, cuyos ciudadanos excomulgaron el Papa de Roma, donde los turcos lograron entrar gracias a su astucia (y ya que estaba se quedaron por 150 años), después fue habitado por colonos alemanes y sufrió bombardeos durante la Segunda Guerra Mundial. Además los habitantes y reyes del turno siguieron construyendo, embelleciendo el Castillo de Buda que, después de dar la vuelta, los viajeros de la izquierda también podrán observar.